Inverno primeiro

                            

                              

                              

Fai mes e medio que comezou a chover e aínda non deixou de facelo máis que por momentiños. Eu tíñalle algo de medo a este primeiro inverno, pero os días van indo e non paran de suceder cousas bonitas, a calefacción xa funciona case tódolos días, os reghos baixan cantando polos prados aneghados, o carballo espreghízase, abriron as flores da camelia, a mimosa está a punto de perfumar o camiño, e aínda queda moita leña para a lareira :)

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Hace mes y medio que empezó a llover y todavía no ha dejado de hacerlo más que por momentos. Yo tenia algo de miedo a este primer invierno pero los días van pasando y no dejan de suceder cosas bonitas, la calefacción ya funciona casi todos los días, los regatos bajan cantando por los prados anegados, el roble se despereza, abrieron las flores de la camelia, la mimosa está a punto de perfumar el camino, y todavia queda mucha leña para la cheminea :)

                               

                               

                               

De puntillas

                                       

Abres la puerta, suena la campanilla, y detras de mostrador asoma una persona que pasa la jornada rodeada de pequeños tesoritos, te dice buenos días, y te pregunta qué deseas. Le respondes que no conoces la tienda y te gustaría mirar qué hay...Ella sonríe, se sienta, y vuelve a su labor.

Lo mejor de ir a una mercería por primera vez, aún sin buscar nada en concreto, es mirar con calma todo el género que está a la vista.

Y en esa calma aparecieron las puntillas..., esos hilos de algodón enlazados por quién sabe qué aventuras, destilando delicadeza, limpieza y tiempos pasados.

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Abres a porta, soa a campanilla, e dende detrás do mostrador asoma unha persona que pasa a xornada rodeada de pequenos tesouriños, e diche bos días, e pregunta en qué pode axudarche. Respondeslle que non coñeces a tenda e gostaríache votar unha ollada para ver qué hai... Ela sorrí, séntase e volta á súa tarefa.

O mellor de ir a unha merceria por vez primeira, aínda sen precisar algo en concreto, é mirar con calma todo o xénero que está á vista.

E foi nesa calma onde apareceron as pontillas..., ese fíos de algodón enlazados por quén sabe qué aventuras, destilando delicadeza, limpeza e tempos pasados.

                                    

                                    

El primer bolso del año

                                

                                

                               

Una noche fría de invierno, en la que creo recordar que no funcionaba la calefacción, recibí la visita de Marta, una amiga que vive en Zaragoza :)

Era la primera vez que venía y le enseñé la casa, y al llegar al taller me contó que necesitaba un bolso nuevo, porque el que tenía, el que usaba todos los dias, el que le gustaba cómo le iba con todo, el que portaba los libros del ultimo curso de carrera, y la merienda de los niños, y la llaves de casa, y las del trabajo... y el que le alegraba la mañana con su lealtad y colorido... pues estaba ya muy muy gastaico.

Con pesar, Marta comenzaba a despedirse de su bolso querido, y en la solemnidad de ese momento, nació el primer bolso del 2014.

Y el segundo.

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Unha noite fria de inverno, na que me parece lembrar que non funcionaba a calefacción, recibín a visita de Marta, unha amiga que vive en Zaragoza :)

Era a primeira vez que viña, e fomos de paseo pola casa. Ó chegar ó taller, contoume que necesitaba un bolso novo, porque o que tiña, o que poñía tódolos días, ó que lle gustaba cómo lle iba con todo, o que porteaba os libros do último curso de carreira, e a merenda dos nenos, e as chaves da casa, e as do traballo, o que lle alegraba a mañán ca súa lealdade colorida estaba xa, moi moi gastaico.

Marta comenzaba a despedirse do seu bolso querido, e na solemnidde dese momento, naceu o primeiro bolso de 2014.

Mailo segundo.

                                 

Ghislaine

                        

   

                        

Esta mañana sonó el timbre. 

Era el cartero que nos entregaba una carta en mano, un lindo paquetito que llegaba desde Poitiers, con remite cariñoso de la amiga Ghislaine.

Ghislaine es una persona increible, de carácter fuerte y sereno, sonrisa amplia y ruidosa. Con paso firme y decidido, se pinta los labios de rojo, se viste de colores y va por el camino de la vida con los hombros enfilados en dirección a la libertad. 

Amante asidua de los mercados de pulgas, de las mercerías y todo tipo de tiendas a punto de cerrar por jubilación, de las puntillas de algodón que rematan los manteles impolutos de las iglesias casi abandonadas, de las flores de porcelana de los cementerios franceses, de los bordados a mano, de los desayunos largos en chez Nicolas, de los tejidos antiguos, de los botones de nácar y y de todo aquello que fue pero ya no es novedad. 

En su tiempo libre cose auténticas maravillas para sus amigos y para la niña Loiuse. Ella es, sin duda, la gran maestra del reciclaje y de las ideas para darle nueva vida a telas, botones y puntillas que yacen olvidadas en algún cajón, fondo de armario, o tienda a punto de desaparecer.

Muchas gracias Ghislaine por tu cariño simpre cálido, y por tan lindos paquetes de tesoritos que no puedo dejar de mirar.