Salsa de tomate, compota de mazá, mermelada de figo, doce de marmelo...
As pólas das árbores dobréganse co peso da froita madura, os paxaros madrugan para picotear as pezas máis maduras. E miña irmá Marga, que me instrúe no mundo das conservas e noutros tantos, máis eu, pasamos horas e horas recollendo froita, pelando, cortando, falando e falando, endulzando as nosas vidas, endulzando os almorzos dos amigos que virán pola casa e levarán algún bote de mermelada.
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De la abundancia de otoño nacen los días de conservas.
Salsa de tomate, compota de manzana, mermelada de higo, dulce de membrillo...
Las ramas de los árboles frutales se doblan con el peso de la fruta madura, los mirlos madrugan para picotear las piezas más maduras.
Y mi hermana Marga, que me instruye en el mundo de las conservas y en tantos otros, y yo, pasamos horas y horas recogiendo fruta, pelando, cortando, hablando y hablando, endulzando nuestras vidas, endulzando los desayunos de los amigos que pasarán por casa y se llevarán algún frasco de mermelada.
